En esta ocasión toca turno al mismísimo Jorge Campos, un arquero de época que cautivó a futboleros del mundo gracias a su desempeño con la Selección Nacional. De igual forma fue un portero admirado y seguido por porteros de primer nivel, quienes vieron en él un estilo único e inigualable.
MENOTTI. En 1991, cuando arribó a México para dirigir a la Selección, César Luis Menotti quedó cautivado con Jorge Campos. “Es como el Loco Gatti. Es el portero del siglo XXI”.
COMO NIÑO. Tras ser convocado por Menotti, Campos se puso a la disposición de Javier Aguirre para que aprendiera a moverse fuera de un terreno de juego. En otras palabras para que supiera andar por la calle. “(Era) un muchacho que apenas había salido del país y del que había que estar cerca porque le faltaba mucho afuera de las canchas”, declaró el Vasco.
LÍDER. Previo al debut de México frente a Noruega en Estados Unidos ’94, elCadáver Valdés se estaba muriendo de pánico. Al darse cuenta de ello, el Brodycomenzó a soltarle bromas y a relajarlo mofándose de su miedo. Y es que para Campos la seriedad en un vestuario no existe, siempre fue líder para calmar tensiones y alejar presiones.
ROMARIO. Tras un enfrentamiento contra Brasil, Romario se rindió en halagos hacia el guardameta azteca. Fue Campos uno de los pocos, si no es que el único, en haberle impedido un gol cantado en mano a mano. El astro brasileño confesó que por primera vez había sido fintado por un arquero, se creyó el garlito de la “mala salida” cuando en verdad era un truco donde el Brody simulaba caerse y en realidad era un movimiento para distraer y atacar al delantero.
SUDAMÉRICA. Es respetado en el futbol sudamericano no solamente por su labor bajo los palos, sino también por su aporte goleador. Se le considera un arquero fuera de serie que se coló en una lista donde solamente destacaban arqueros sudamericanos, arqueros considerados ídolos. Rogerio Ceni, José Luis Chilavert y René Higuita mandaban en el rubro atajadas-goles, pero Campos (después de Hugo Sánchez) puso a México en el panorama futbolístico del continente, donde incluso tiene admiradores en Chile, Argentina y Uruguay.
BRONCUDO. Defendiendo los colores del Atlante, tras perder la serie en cuartos de final frente a Necaxa, se le fue con todo al árbitro Felipe Ramos Rizo. Ambos se hicieron de palabras y de empujoncitos; realmente se puso como energúmeno, algo raro en él. Pese a la calentura y la brava reacción del jugador, el silbante no mostró tarjeta. Imponía el nombre de Jorge Campos.
SCHMEICHEL. A mediados de la década de los noventa llegó a estar entre los tres mejores porteros del mundo. El mejor en su momento, el danés Peter Schmeichel, declaró que era un honor compartir altos peldaños con el mexicano, a quien vio como un colega adelantado a su tiempo y que rompió esquemas en el rol deportivo-humano del portero, es decir que disfrutaba de ser el hombre solitario de la cancha.
IDOLATRÍA. En su concepción, la prensa mexicana ha cometido el error de inventar o construir ídolos que sobre un terreno de juego demuestran lo contrario: “Ahora a cualquiera que mete dos o tres goles ya lo hacen ídolo”. De acuerdo a su postura, ser ídolo en el futbol mexicano requiere muchísimo más que simple publicidad.
HUMOR. Se sabe que si algo le caracteriza es su buen sentido del humor. En 1994 fue toda una sensación cuando apareció en televisión para ser entrevistado por laBeba Galván, a quien le obsequió un ramo de flores y le aclaró que es uno de los futbolistas que no sabe hablar.
¿AJÁ? También fue famoso por sus romances con actrices como Daniela Castro y Silvia Campos. Se dice que es uno de los feos más atractivos del balompié nacional. Según él, el encanto de una mujer radica en los ojos y en la sinceridad. ¿Le creen?