Con el fichaje de David Beckham por el Real Madrid, en Old Trafford necesitaban un sustituto. Alex Ferguson, por entonces técnico del United, hoy ya retirado, pensó en él como reemplazo y tentó al delantero con formar parte de los 'Red Devils'. Sin embargo, cuando el traspaso de Ronaldinho, que militaba en el París Saint Germain, parecía hecho alguien apareció en escena para hacerle cambiar de idea, Sandro Rosell, ex presidente del Barça.
"Todo sucedió muy rápido. Un buen amigo mío que estaba a punto de formar parte de la directiva del Barcelona, Sandro Rosell, me había preguntado si me gustaría jugar en el equipo cuando ganase las elecciones. Le dije que lo haría", revela Ronaldinho.
El brasileño se encontraba ultimando los detalles para ir al United, pero Rosell le llamó "para decirme que iba a ganar las elecciones". Asegura que ese era su deseo. "Quería jugar en Barcelona. Cuando firmé, sentí alegría. Tuve la oportunidad de que todos los jugadores querían, para jugar en un gran club como el Barcelona".
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